Llevo muchos años luchando por
cumplir mis sueños, uno por encima de todos, que mi pasión se convirtiera en mi
vida, mi profesión. Lo he logrado, ya llevo tiempo viviendo de mis novelas,
pero el desgaste ha sido tan grande que me he quedado sin más energías. Necesito
un reposo, un alto en el camino que no va a ser otra cosa que un impulso para volar
más alto.
Dejo casi treinta novelas
publicadas a mis espaldas en los poco más de diez años de dedicación exclusiva
a la literatura, y muchos premios de novela que me han permitido seguir andando.
Dejo de escribir por un tiempo,
sí, pero no de publicar, tengo obras contratadas y otras en camino fruto del
trabajo convulsivo de estos años, o sea, mis novedades seguirán llegando a las
librerías. Lo único que va a cambiar es que esas horas diarias que invertía en
producir literatura las voy a dedicar a los demás, a mi otra gran pasión, mi
nuevo reto. La caza de talentos.
Tras dos años y medio de vida de
mi agencia y escuela literaria Exit, voy a potenciar mis sesiones de coach que
hasta ahora solo ofrecía de manera limitada y exclusiva. Vivir día a día la evolución
de un estilo hasta conseguir perfeccionarlo, ayudar a redondear las tramas,
enriquecerlas, y que la mayoría de las novelas creadas apunten unas aptitudes
dignas para ser publicadas ha provocado tal motivo de orgullo y satisfacción
como para que me decida a dedicarme, por un tiempo, en exclusiva a mis alumnos.
Su éxito se convierte a partir de ahora en mi nuevo reto. Mayúsculo.
Empiezo esta nueva etapa tras un
importante acuerdo con la agencia literaria internacional IMC, gracias al cual
todos esos alumnos que apunten mejores maneras tendrán la posibilidad de
acceder a su prestigiosa galería de autores. Sí, como un cazatalentos,
intentaré descubrir y potenciar a los nuevos Best Sellers de la literatura
española, el objetivo me apasiona y yo, persona maniático-convulsiva solo se
moverme por la pasión.
¿Nos apasionamos juntos?
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