EN TIEMPO DE CRISIS... ¡SEXO!

Mirar dentro de los ojos de una persona y saberte descubierto y descubridor a la vez del mismo sentimiento, de un solo impulso compartido, de una atracción irresistible que no  puede esperar. Seducido y seductor, cómplice de tu pareja, de un amigo, de un recién conocido o de alguien completamente desconocido para llevar al éxtasis esa mirada insinuante...

Situaciones inesperadas en la vida que te regalan la más bella satisfacción del deseo: saberse y desear. Situaciones que a menudo te hacen caer en contradicciones morales, de fidelidad, de lealtad; situaciones, pero, que pertenecen a todo el mundo y compartidas por el grueso de la humanidad que, esto si, prefieren decirle amor para huir del instinto animal que comporta y que a muchos avergüenza. 

Situaciones presentes en el modelo cachas que presume de abdominales en un spot de perfume, que las mujeres olfatearán en su marido imaginándolo a él poseyéndolas por la noche; o en el director de cine que vende su producto gracias al protagonista seductor con el cual millones de chicas, mujeres y gays, fantasearán; o en la presentadora de televisión que se equivoca cada dos por tres y es más tonta que el hambre, pero que con la generosidad de su escote mantendrá la audiencia inalterable y fiel; o en la vendedora que con una falda un palmo y medio por  encima de su rodilla y una sonrisa de vampiresa, colocará todo lo que le dé la gana al comprador embobado; o en la cantante pop que, menea que menearás culo y caderas de gimnasio, convertirá la canción más estúpida e insulsa en el hit del verano... El sexo está entre todos nosotros, diariamente, cotidiano, normal, admitido y aceptado a pesar de los discursos enfermos e hipócritas lanzados desde la iglesia y la derecha más rancia; el sexo es tan necesario que separa las parejas o las une, crea alianzas, secretos, y recuerdos y es la mejor manera de compenetrarte con tu media naranja, con tu amigo, con alguien acabado de conocer o con un completo desconocido...